Barreras metálicas
Barreras metálicas
La misión de la barrera de seguridad metálica no es detener “rígidamente” al vehículo sino “transformar” progresivamente la energía cinética del vehículo en deformación, redireccionando el vehículo e impidiendo el “rebote” del mismo a la calzada. Es la deformación de la barrera de seguridad metálica la que proporciona contención. Su adecuado funcionamiento se basa, en general, en la combinación de un poste deformable con un separador rígido. El poste comienza a deformarse desde que se produce el impacto, a medida que la deformación aumenta el separador mantiene la valla a la altura debida, cuando la deformación del poste ha llegado a su límite debe desprenderse el separador del poste y la valla comenzar a trabajar a tracción. El poste debe ir hincado al terreno proporcionando un empotramiento que debe permitir/facilitar su “movimiento” (abandonando su alojamiento) una vez superada la capacidad de deformación del poste sin que el separador se haya desvinculado del mismo (no debe haber en todo el proceso “brusquedad” alguna todo debe ser una deformación continua, un “fluir”…).