En esta etapa nos reunimos con el cliente para comprender a fondo sus necesidades, objetivos y expectativas. A partir de esa información elaboramos una propuesta técnica y económica ajustada a la realidad del proyecto. Este proceso incluye la negociación de condiciones, cronogramas y entregables, hasta lograr un acuerdo claro que marque el punto de partida.

Una vez aprobado el proyecto realizamos un análisis profundo del contexto y de los recursos disponibles. Esto nos permite definir una estrategia efectiva, asignar responsabilidades, seleccionar herramientas y establecer una línea de tiempo clara. Esta planificación es clave para asegurar un desarrollo ordenado y eficiente del trabajo.

Con la planificación en mano iniciamos la ejecución del proyecto, siguiendo altos estándares de calidad y manteniendo una comunicación constante con el cliente. Este contacto cercano nos permite validar avances, hacer los ajustes necesarios en el momento oportuno y asegurar que cada acción esté alineada con los objetivos establecidos.

Al finalizar, realizamos una revisión conjunta con el cliente para validar que se cumplieron todos los aspectos acordados. Entregamos los productos o resultados finales acompañados de la documentación e informes correspondientes. Además, brindamos soporte post-entrega para asegurar la satisfacción del cliente y la continuidad del éxito del proyecto.